Guía de Mantenimiento de Muebles
En los periodos en que no se usa el mobiliario de exterior, conviene protegerlo para conservarlo en perfecto estado y poder seguir disfrutando de ellos cuando lleguen los días de buen tiempo y sol.
Aluminio
Un material idóneo por su ligereza y alta resistencia a la corrosión. No requiere mantenimiento y se limpia fácilmente con agua y detergente neutro.
Metal
Destaca por su resistencia y propiedades mecánicas. Su mantenimiento es tan sencillo como limpiarlo con un paño ligeramente jabonoso, aclarar y secar con un paño seco. Es necesario el uso de fundas protectoras.
Madera
Material natural duradero y de fácil mantenimiento. Sólo hay que limpiar con regularidad para quitar el polvo con un trapo con agua tibia y jabón neutro. Es necesario el uso de fundas protectoras.
Fibra sintética
Similar al ratán natural, pero con mayor resistencia al roce y las roturas. Su mantenimiento es sencillo: cepillarlo, lavarlo con agua y jabón neutro y aclararlo con una manguera.
Multifibra
Muy resistente a los cambios atmosféricos y muy fácil de mantener, basta un paño y agua a la que se puede añadir una pequeña cantidad de detergente neutro.
Fibra natural
Si se moja, conviene secarla lo antes posible, por lo que se aconseja usarla bajo techo. El polvo acumulado se limpia con la aspiradora o una brocha y una solución de agua, jabón neutro, y unas gotas de amoniaco.
Resina
Muy resistente a las inclemencias del tiempo y con un mantenimiento muy simple: agua con jabón, un paño y un cepillo suave es todo lo que necesitas.
Cristal
Para evitar que se raye, no deben usarse productos abrasivos. Es recomendable limpiarlo de forma regular con un paño suave humedecido con agua o limpiacristales.
Textil
Se puede lavar a máquina, siguiendo las instrucciones. Si es de algodón, mejor lavar a mano, con jabón neutro y agua fría para evitar que encoja.
×
×
×
×