Las frutas son alimentos que se pueden comer al natural o como ingredientes de distintas recetas. En cocina dan mucho juego y aportan sensaciones y notas diferentes a los platos. ¡Descubre la despensa frutera otoñal!
Bien puede parecer que la variedad de los expositores de frutas de otoño no tiene comparación con la riqueza visual y olfativa del ya concluido verano. No obstante, la transición supone el abandonar sabores estivales por otros que encajan mejor en la temperatura de la nueva estación.
Entramos en el otoño con las buenas sensaciones en la boca que nos dejan los suculentos melocotones de Calanda, cuya temporada se alarga hasta el mes de noviembre. Con los primeros fríos vuelven a nuestra despensa la muy saludable manzana, la pera, la jugosa naranja y la refrescante y aromática mandarina.
Otras frutas menos populares como el membrillo, la granada, los caquis, las uvas y las chirimoyas entran con fuerza en otoño y, además, un fruto seco como la castaña es un imperdible en los días otoñales.
Las frutas de otoño ayudan al cuerpo a adaptarse al cambio de clima. La vitamina C de los cítricos y de la granada ayuda a combatir catarros y a mantener un sistema inmunológico en buena forma.
También cabe señalar que frutas como las peras y las manzanas contienen mucha fibra, lo que redunda en una digestión saludable y a sentirse saciado a lo largo de día impidiendo que se coma en demasía, algo que puede suceder cuando el clima es más frío.
La composición nutricional de las frutas de temporada siempre es la ideal para el cuerpo justo en su temporada. Además, es en ese momento cuando están más sabrosas.
¿Sabias que el membrillo pertenece a la misma familia que las peras y las manzanas? Visualmente puede resultar parecido a ambas frutas, aunque el membrillo tiene la pulpa muy dura y seca cuando está en crudo.
El membrillo es, pues, una de las pocas frutas que no pueden consumirse en crudo, tanto por su dureza como por su alto nivel de astringencia. En cualquier caso, el membrillo era en la antigüedad, símbolo de fertilidad y amor.
La granada es, en la mitología griega, la fruta prohibida, teniendo mucho que ver en la historia de Perséfone y Hades, y el cambio de las estaciones del año.
A España llegaron gracias a los árabes, y fueron los españoles quienes la llevaron a América y allí se convirtió en el ingrediente fundamental del plato nacional mexicano: los chiles en nogada, que se sirve a finales de verano y nunca falta en el Día del Grito ni en el Día de la Independencia de México.
La uva está totalmente ligada a la cultura mediterránea, no solo como fruta fresca; también por ser el ingrediente fundamental del vino.
Según la Biblia, Noé fue el primer viticultor después del diluvio universal. En el Antiguo Egipto, en Persia, en Al Andalus… el vino y sus derivados se utilizaban con fines terapéuticos. Muchas civilizaciones antiguas creían que el vino tenía muchas propiedades
curativas.
En la actualidad, las uvas se emplean en belleza y cosmética gracias a sus propiedades antioxidantes.
Su nombre se lo debemos al quechua, idioma de los nativos de las regiones andinas de Sudamérica (en el original, chirimuya) y en España se cultiva en la costa tropical de Granada y Málaga.
La chirimoya no madura en el árbol: se recolecta verde y adquiere su punto óptimo después de recolectada.
La manzana es la fruta prohibida; también es símbolo de la observación científica (y de Apple) gracias a una dudosa historia del descubrimiento de la gravedad por el físico Isaac Newton.
En el acervo popular, la manzana cura todo los males. Ya lo dicen los ingleses: “An apple a day, keeps the doctor away”.
En español, hay unas cuantas expresiones que utilizan la palabra pera. Así, partir peras significa que se rompe una relación y, paradójicamente, también es tratar a una persona con familiaridad y llaneza.
Decir que algo es la pera, supone que es estupendo. Dar para peras a alguien, significa castigarle; pensar de una persona o de una animal que es una pera en dulce, es considerar que tienen excelentes cualidades.
¿Se os ocurre una fruta lingüísticamente más rica?
Al igual que del cerdo, de la naranja se aprovecha todo: su piel amarga es ingrediente fundamental de licores como el Cointreau y el Grand Marnier; también da mucho juego en coctelería tanto por su zumo como por los twist elaborados con su piel.
A España la trajeron los árabes, y siglos después, esta fruta tuvo mucho que ver en la llegada de los españoles a América: sin ella, que es una fruta de larga duración, los marineros se hubieran debilitado al extremo por falta de vitamina C. El temido escorbuto les acechaba y la naranja lograba impedir la enfermedad.
Sin mandarina, no habría naranja: esta última surgió de modo silvestre a partir de un cruce entre mandarina y pomelo.
Su nombre responde a su relación con los mandarines -que eran personas influyentes en la China Imperial- como símbolo de riqueza y consumo habitual. Además, en la cultura china, las mandarinas son distintivo de buena suerte y prosperidad.
La castaña es un fruto seco algo diferente al resto ya que su contenido en agua es muy superior, y tiene muchas menos grasas que el resto. Además, es el fruto seco menos alérgeno.
Es un fruto muy versátil ya que se puede asar, cocer, formar parte de un puré y con ellas se puede elaborar una harina sin gluten, muy apropiada para distintas preparaciones.
¿Sabías que hay cerdos ibéricos que pasan por una doble montanera de castaña? La castaña tiene particularidades que la asemejan a la bellota, y en la carne del ibérico deja un dulzor especial. Dehesa Monteros elabora jamón y otros productos 100% ibéricos, de carácter muy especial, con cerdos alimentados, además de bellotas, con castañas.
La mayoría de estas frutas las puedes degustar como frutas de mesa, aunque también pueden suponer un ingrediente interesante en la cocina que no hay que desdeñar. Sus cualidades, tanto nutricionales como organolépticas, pueden aportar mucho a tus platos.
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A esta crema de lentejas de inspiración india, manzana granny smith le aporta frescor, sabor y textura. El resultado es una crema totalmente otoñal con propiedades nutricionales óptimas.
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Un estupendo entrante con sabores y colores otoñales, y al que no le falta un buen perfil nutricional de la calabaza, la fruta y los frutos secos. Gracias a las hierbas empleadas, es un plato muy arómatico.
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La carne de caza está irremediablemente ligada al otoño, como es el caso de la de corzo, ya que es cuando se abre la veda de distintos cotos. El membrillo aporta contraste y terneza a una carne de por sí muy sabrosa.
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Es una receta muy fácil de hacer y muy resultona. Sirve tanto como receta de domingo o bien, es un plato para servir en días festivos, incluso navideños.
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Las notas asiáticas aportadas por la soja harán de este guiso rápido un plato divertido y sabroso para grandes y pequeños. Puedes complementarlo con una ensalada de brotes verdes o bien, con un poco de arroz basmati o jazmín.
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Muy fácil de hacer (tan solo se necesita horno y una sartén), este es un plato muy completo que resulta delicioso para toda la familia, gracias a un adictivo sabor.
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¿Hay algún fruto seco más ligado al otoño que las castañas? En este plato tienen un gran protagonismo.
Para preparar esta receta se necesita cierta destreza en la cocina ya que es un tanto laborioso. En todo caso, el resultado vale la pena.
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Es un postre muy suculento; tambien muy apropiado para comidas con invitados, festivas y de domingo con la familia.
Requiere ser ducho en la cocina, sobre todo hay que saber amasar, aunque el esfuerzo vale mucho la pena.
Si sobra, es perfecto para degustar en un desayuno de fin de semana.
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Una panna cotta muy original en la que no solo se emplean frutas de otoño como la chirimoya; tambén frutas patrias como el plátano de Canarias.
Es un dulce con el que dejarás a toda tu familia encandilada.
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