Hay 3 razones de mucho peso para no ingerir gluten: la celiaquía, la sensibilidad no celíaca a la proteína y la alergia al gluten, dolencias que siempre deben ser diagnosticadas por profesionales de la salud. Padecer cualquiera de estas tres afecciones no tiene por qué impedir el disfrute de platos y alimentos sabrosos.
La celiaquía es una patología cuyos síntomas se evitan, una vez diagnosticada, dejando de ingerir alimentos que contienen gluten. Por su parte, la sensibilidad a la proteína es una intolerancia con molestos síntomas que se desaparecen cuando se elimina el gluten de la dieta.
Por último, la alergia al gluten es una respuesta inmunitaria excesiva a esta proteína que hace imposible su consumo.
El gluten es un tipo de proteína que se encuentra en ciertos cereales y en algunos alimentos industriales.
Los alimentos frescos naturales no contienen gluten. Frutas y verduras, pescados y mariscos, leche, huevos o todo tipo de carnes no tienen gluten en su composición. Tampoco tienen las legumbres, grupo que incluye a lentejas, garbanzos, habas, soja… ni los frutos secos.
En cambio, sí tienen gluten algunos cereales como trigo, centeno, cebada, espelta, kamut y triticale (cruce de trigo y centeno). Por tanto, todos los alimentos que contengan alguno de estos cereales tienen gluten. Las personas con una patología relacionada con el gluten no pueden tomarlos; las personas sin restricciones asociadas al gluten sí los pueden tomar ya que no dejan de ser una fuente de nutrientes.
Cereales como arroz, maíz, alforfón, mijo, sorgo, quinua, amaranto y sésamo están libres de gluten, por lo que son alimentos aptos para las personas que no pueden ingerirlo.
Las personas que no pueden tomar gluten se lamentan por no poder comer lo mismo que todo el mundo. No son tantos los productos que tienen gluten pero sí están muy presentes en la dieta habitual de los españoles. No solo en pan y pastas, también en alimentos procesados que incluyen ingredientes con gluten ya que con él consiguen distintas propiedades.
Ir a un restaurante suele ser complicado: las contaminaciones cruzadas están a la orden del día, y el único restaurante seguro es el que está certificado para servir toda su oferta gastronómica sin gluten.
En casa resulta todo más fácil, y la industria alimentaria no deja de crear productos sin gluten con ánimo de contribuir a una mejor dieta para todos los que no pueden ni acercase a la proteína. Por ejemplo, en cuestión de pastas.
Imagínate un embutido o un fiambre: se elaboran con carne de cerdo y se aderezan con especias, poco más. ¿Qué posibilidades hay de que tenga gluten? El gluten se usa en la industria como conservante, aglutinante y espesante. Chocolate, cacao, yogures, … pueden contener gluten. ¡Incluso algunas chuches! No es el gluten un ingrediente intrínseco a estos alimentos pero sí puede tratarse de un elemento añadido por sus propiedades.
A la hora de comprar alimentos procesados es muy importante que te asegures de que está libre de gluten: la ausencia de la proteína se indica en los envases.
La industria panera hace tiempo que tomó la delantera en liderar una oferta de panes sin gluten. El consumo de pan en España se sitúa en algo más de 27 kilos por persona al año, y aunque no son las cantidades que se tomaban hace veinte años, qué duda cabe que los españoles seguimos siendo de ‘mojar pan’. También a las personas que no pueden tomar gluten gluten les agrada hacer barquitos, comerse un suculento bocata o un sándwich rápido o tomar una tostada. Por suerte, hay alternativas al plan clásico.
Hay momento en la vida cotidiana en los que no tienes tiempo o no te apetece cocinar y prefieres soluciones preparadas que te hagan el día más fácil. Para ello te ofrecemos una solución, platos elaboradados, listos para calentar y servir, con todo el sabor de la cocina casera.
Senén es un conocido cocinero vasco con una línea de tortillas (muy bien logradas) certificadas como libres de gluten. Es tan buena que disfrutarás de lo lindo con su sabor y textura.
El hummus tiene su origen en el Líbano y países del entorno. Se elabora con ingredientes sin gluten y aseguran que la preparación está libre de esta proteína. Tunéalo acompañándolo de crudités (bastoncitos de hortalizas como zanahoria, calabacín, apio o pimiento que te servirán para dipear).
De base tradicional, a este hummus se le añade remolacha para dar un toque de color y un plus de sabor gracias a las notas terrosas de la remolacha. Acompáñalo de totopos de maíz que no contienen gluten.
Está listo para consumir y se calienta en el microondas. Tiene una deliciosa salsita en la que podrás mojar pan (sin gluten) y lo puedes acompañar de una ración de arroz blanco, con lo que conseguirás una comida muy completa.
Perfectamente puedes servirlo como plato único ya que lleva ingredientes sólidos como alubias, patatas y grelos. Además de unto que le da cierta contundencia.
Un plato ligero, con mucha proteína, que se transforma en una comida completa si lo acompañas de una nutritiva ensalada. En un pispás tienes la comida hecha para toda la familia.
Se llama confit a la pieza de cuarto de ave (normalmente, oca, pato o pavo) que se cuece en su propia grasa y, después, se conserva. Es una de las técnicas de la cocina del suroeste francés más antiguas. Puede tomarse caliente o a temperatura ambiente. Como guarnición le va muy bien unas setas salteadas o unas judías blancas cocidas y salteadas.
Puedes calentarlo en microondas, en cazuela o en sartén. La presentación es en dados de pechuga de pollo (¡olvídate de los huesos!) y viene acompañado de pimientos en tres colores: verde, rojo y amarillo.
El pastel de pescado de roca es un entrante tradicional muy popular en el País Vasco y otras zonas de la costa cantábrica. Se suele tomar templado y acompañado de brotes verdes o distintas lechugas.
No es una paella valenciana, pero sí una de las paellas favoritas de los más arroceros. La paella mixta se caracteriza por incluir carne de pollo y mariscos. Un mar y montaña en toda regla que solo tendrás que calentarlo durante siete minutos para poder degustarlo.
El arroz negro es una especialidad muy popular en países del sur europeo como España e Italia. Debe su color a la tinta del calamar y es un arroz meloso que se elabora con arroz tipo bomba y con una base de sofrito.
El sábado noche es un día perfecto para disfrutar de una película cenando una pizza. Por supuesto, la base se elabora con harinas sin gluten, y los aderezos son aptos para celíacos, intolerantes y alérgicos.
El sueño de todo celíaco, intolerante o alérgico al gluten es comer croquetas en condiciones, y estas de Senén, con jamón ibérico y pan crujiente, lo son, ¡vaya si lo son! De sabor intenso, textura interna cremosa y exterior muy crujiente son tan adictivas que tendrás que hacer un gran esfuerzo en racionarlas.
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