Casquería, riqueza interior

Clásicos renovados
Las recetas de casquería forman parte importante de nuestra gastronomía tradicional, en recetas suculentas y muy nutritivas: carrilleras, callos, filetes de hígado, filetes de corazón, mollejas, riñones, entresijos, zarajos... Las opciones de preparación son múltiples, desde la sencillez de los platos a la plancha hasta los guisos, más elaborados. Y, además, la cocina actual y las influencias culinarias que nos llegan desde otros países le aportan a la casquería un valor añadido, con nuevas preparaciones e ingredientes, a veces muy sorprendentes. A continuación te mostramos algunos deliciosos ejemplos.

Callos
Los callos son uno de los platos de casquería que más pasiones despiertan. Contundentes, sabrosos y con ese toque picante, fundamental, que da la guindilla.

Hígado
Un clásico de la cocina tradicional:el hígado encebollado. El sabor intenso de este despiece combina muy bien con la dulzura y suavidad que le aporta la cebolla.

Lengua de ternera
La lengua estofada es, quizás, la preparación más conocida. Pero la versatilidad de este despiece de ternera también admite rebozarla y servirla con una salsa de pimiento.

Mollejas
Son una de las opciones de casquería de sabor y textura más delicados. El contraste entre la suavidad de la carne y el crujiente de la fritura las hace muy apetecibles.

Carrilleras
La receta tradicional de las carrilleras de ternera indica que hay que macerarlas en vino. Pero si las cocinas con zumo de naranja el sabor es mucho más sutil y delicado.

Riñones
Nada más sencillo que esta forma de preparar los riñones de ternera: pincha los trozos en una brocheta, pásalos por la plancha y acompáñalos de una salsa chimichurri.

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